lunes, abril 20, 2009

Deseo Sexual (Chiste)

Nunca había entendido por qué las necesidades sexuales de los hombres y las mujeres son tan diferentes entre sí. Tampoco entendía todas esas idioteces de que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte. ¿Por qué los hombres piensan con la cabeza y las mujeres con el corazón? ¡Ni puta idea!

Pero, una noche, mi esposa y yo nos fuimos a la cama. ¡Bueno! Empezamos a acariciarnos, el inevitable agarre de chichis, el trasero, etc.

La cuestión era que ya estaba listo y en ese momento, ella me dice:
"Ahorita no tengo ganas, mi amor, y tan sólo quiero que me abraces".
Eso me lo dice con una cara de cínica.

Yo dije:
¿Queeeé?

Entonces me dijo las palabras mágicas de toda mujer: "No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como mujer".

¡Noooo!

Al final, el asunto era que esa noche no iba a haber "pelea"; guardé los aceites afrodisíacos, apagué las velas, quité el CD de Alejandro Sanz (En ese momento casi siempre funciona), apagué el equipo de sonido, guardé las copas de Grand Duval y demás.
Me eché un regaderazo con agua helada a ver si podía "calmar a la bestia'" y me puse a ver Discovery Channel a todo volumen para no dejar dormir a la "hija de mi suegra".

Después de un rato, me quedé dormido.

Al día siguiente, fuimos de compras al Supermaxi. Entramos a una tienda; me fui a ver relojes mientras ella se probaba tres modelitos carísimos marca Liverpool. Como mujer al fin, no podía decidirse por uno u otro; le dije que se llevara los tres.

Entonces, me dijo que necesitaba unos zapatos que le hicieran juego! A $90.00 el par. Le contesté que me parecía bien.

Luego fuimos a la sección de ropa sport, de donde salimos con unas chamarras con plumas y una bolsa Luis Vuiton o alguna de esas.

¡Estaba tan emocionada!

Yo creo que pensaba que me había vuelto loco, pero de todas maneras las traía.

Pienso que me estaba poniendo a prueba cuando me pidió una faldita muy corta, dizque para jugar tenis. ¡Si no sabe ni correr, mucho menos jugar tenis! Entró en shock cuando le dije "Cómprate todo lo que quieras".

Ella estaba casi excitada sexualmente después de todo esto; entonces dijo la palabra mágica de toda mujer: "Ven papito lindo, mi 'gordo hermoso' (y otras pendejadas que dicen las mujeres), vamos a la caja a pagar".

Fue aquí cuando, de repente, faltando sólo una persona para pagar, le dije: "No mi amor. Creo que ahorita no tengo ganas de comprar todo esto".

De verdad, ojalá le hubieran visto la cara. Se quedó pálida cuando le dije: "'Tan sólo quiero que me abraces".

Empezó a poner cara de que se iba a desmayar. Se le paralizó la parte izquierda del cuerpo. Le dio un tic nervioso en el ojo derecho y le dije: "No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre".

2 comentarios:

Dorian.G dijo...

muy buena historia, felicitaciones y buena suerte con que su esposa!...
o ella necesita suerte?!!!

Kingnaldo of Lion dijo...

Jajaja!
Gracias.
Mi mujer y yo estamos sintonizados.
Gracias por preguntar.